viernes, 24 de enero de 2020

Descentralización de Chile


En el año 2012, a nivel del PP, se analizaron los 20 temas más importantes para el desarrollo multivariable y considerando las propuestas de las 70 comisiones del Proyecto País de esa época, se eligió a la descentralización como el más importante, por lo que desde el año 2013 participantes en proyecto país han seguido trabajando para generar condiciones y conocimientos para este tipo de desarrollo, a través de las siguientes acciones: 
1.-Creación de la Fundación para el Desarrollo Descentralizado ChileConTodo,
2.-Generación del índice de competitividad de ciudades en 27 ciudades,
3.-Aplicación de la encuesta de I+D+i en 27 ciudades en conjunto con CNID,
4.-Desarrollo de piloto de desarrollo descentralizado en Arica y Parinacota,
5.-Difusión de contenidos en cursos de diversas universidades,
6.-Estudio de las nuevas tendencias para el desarrollo de ciudades a nivel internacional,
7.-Apoyo a iniciativas descentralizadoras como “Crecer Juntos” liderada por uno de los Presidentes de Comisión del Proyecto País Ronald Bown 
8.-Organización el año 2013 en conjunto con Conaredes, el apoyo del Congreso  y más de 50 organizaciones públicas y privadas, del evento que permitió proponer a los precandidatos presidenciales la creación de la Comisión de Estado para la descentralización y la elección de Gobernadores Regionales elegidos democráticamente que se concreta el año 2020. Adicionalmente, esta Comisión de Estado fue presidida por el Presidente de la Comisión de Desarrollo Territorial del Proyecto País, cuyas propuestas se incluyen en el presente informe.

Esta alta prioridad para la descentralización se definió considerando los siguientes motivos:

Ya se conocía desde el 2005 que las tasas de crecimiento del PIB bajarían a niveles de 2% por estancamiento de las exportaciones, cuyas tasas de crecimiento bajaron ese año a niveles inferiores a las tasas de crecimiento del PIB. También se había constatado la poca disposición al desarrollo de políticas de desarrollo deliberadas, propuestas por la Comisión Macroeconómica Presidida por Erik Haindl, a nivel de los gobiernos centrales por motivos ideológicos de los ministros del área económica, que lograban anular a los que hacían esfuerzos en este sentido. En este contexto, la única salida para evitar el freno al crecimiento era radicar las políticas de desarrollo productivo a nivel territorial donde, paradójicamente, en general, todos estaban de acuerdo que el desarrollo de actividades productivas no podía estar ausente de los planes de desarrollo territoriales.  Hay abundante crítica internacional respecto de la aversión en el caso chileno a contar con políticas de este tipo que todos los países tienen, incluyendo Estados Unidos, Alemania y Francia. Precisamente expertos de esos países nos daban su opinión respecto de que esta fobia ideológica era un grave error (por ejemplo, Ricardo Hausmann y Cesar Hidalgo), que finalmente terminó enterrando las tasas de crecimiento del país debido al estancamiento de las exportaciones.

Lograr mayor participación de los ciudadanos a nivel territorial en la definición de su propio futuro y de su comunidad, dándoles acceso a esta tarea trascendente para darle propósito como ciudadanos, como proponen la Comisión de Condiciones Básicas para el Desarrollo y de Características Psicológicas.  Se contaba con la convicción que las comunidades ya no aceptarían seguir siendo meros espectadores de un lejano y cerrado gobierno central en plena época de las redes sociales. Sin descentralización no existiría satisfacción ciudadana.

Por otra parte, esta participación es vital para asegurar que los gobiernos de turno, incluso si son elegidos localmente den continuidad a los proyectos de desarrollo y se evite el borrón y cuenta nueva, no sólo cuando cambien los gobiernos, sino que cuando cambian los intendentes con una frecuencia de aproximadamente 2 años. La continuidad de los planes regionales debe radicar en sus ciudadanos organizados y con capacidad técnica, como se logró en el piloto de desarrollo descentralizado de AricaConTodo, en que las autoridades desde el año 2013 han considerado las propuestas basadas en 34 comisiones con 225 expertos por representar el interés ciudadano y dar respaldo y legitimidad a su implementación.

Lograr las condiciones propuestas por la Comisión de Condiciones Sociales para el Desarrollo, presidida por Jorge Marshall, de “contar con Proyecto Común a nivel territorial, gobernabilidad y confianza interpersonal”. Los proyectos comunes se hacen a escala humana y geográfica y el proyecto país es bueno sólo si corresponde a la suma de buenos proyectos locales. Estos proyectos comunes aumentan la gobernabilidad gracias a la cohesión y colaboración que facilitan.

Estaba tan mal el nivel de confianza interpersonal de 13% medido por OCDE, que ya no era posible mejorar la confianza con proyectos macro y lejanos de las personas. Era más factible lograrla a nivel de escala humana con conversaciones cara a cara y accountabilty de los propios vecinos sobre los diferentes responsables de su propia comunidad.

Es decir, recogiendo aportes de las comisiones teníamos respaldos contundentes y objetivos, cualitativos y cuantitativos que indicaban que sin descentralización no tendríamos satisfacción ciudadana, proyectos comunes, gobernabilidad, confianza, diversificación de exportaciones y crecimiento económico y quedaremos atrapados en la trampa de los ingresos medios que han impedido al 90% de los países superar el nivel per cápita que tiene Chile.  Lamentablemente, la explosión social interpretamos que nos dio la razón en todos estos aspectos. Por esto “la descentralización es un proceso clave para la competitividad y el desarrollo multivariable de Chile”.

Volviendo al presente, en nuestro país no se consideran a los vecinos y comunidades, todo se resuelve en forma centralizada participando el gobierno, legisladores, empresarios y trabajadores, pero sin presencia directa de representantes directos de la comunidad. Hoy esto está obsoleto porque existen los mecanismos para aumentar la participación ciudadana directa y también para que esta libremente determine sus representantes en diferentes materias. A modo de ejemplo, se debe aplicar con mayor frecuencia consultas como la que está organizando la Asociación de Municipalidades respecto de cambios en la constitución.

Como se dijo antes, se requiere contar con Comunidades Territoriales Organizadas y Autónomas, cuyos miembros permanecen y entienden mejor el interés de su comunidad, a diferencia de los directivos públicos y privados que rotan y hacen continuamente “borrón y cuenta nueva”. Mientras no cambie nuestra institucionalidad la continuidad de las políticas de estado debe radicar en estas organizaciones ciudadanas.

Es necesario que Chile recupere el involucramiento ciudadano en resolver sus propios problemas y administrar sus planes de desarrollo, como era al inicio del Estado en que Chile contaba con 50 Cabildos.

Hoy, en el mundo miembros de las comunidades definen y administran sus planes de desarrollo. El Desarrollo Descentralizado está ampliamente legitimado y corresponde de mejor manera a la cultura originaria en el caso chileno.

Teniendo en cuenta el malestar ciudadano que produjo el estallido social de octubre de 2019, se debe dar la mayor importancia a dar facultades a autoridades locales para que atiendan en forma personalizada las necesidades de sus comunidades, porque cuando no tienen instrumentos es un motivo para llegar a acumular el tipo de malestar que produce el colapso completo, como indica el Alcalde de Puente Alto, Germán Codina, a nombre de la Asociación Chilena de Municipalidades.

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