Una propuesta y una invitación del Colegio de Ingenieros de Chile y partners colaboradores. Con aportes de más de 2 mil especialistas en más 100 áreas temáticas. #UnNuevoChile
viernes, 31 de enero de 2020
miércoles, 29 de enero de 2020
Chile: Plebiscito para una nueva Constitución
Sebastián Piñera anuncia la realización del plebiscito nacional de 2020 para una nueva constitución y Asamblea Constituyente como consecuencia de las protestas en 2019.
martes, 28 de enero de 2020
Proyecto País y el Debate Constitucional
Entrevista a Gastón L'Huillier en Radio Infinita
El director ejecutivo de Proyecto País conversó con Cony Stipicic y Paola Berlín sobre las propuestas de la fundación, la importancia de volver a las raíces culturales de nuestro país, y valorar la herencia de los pueblos originarios, "para Chile, entrar en la economía moderna es como volver al origen", afirmó.
Mira la entrevista completa en este link (min 44:35)
lunes, 27 de enero de 2020
Gastón L'Huillier en Radio Infinita: beneficios de una democracia más participativa con una economía más colaborativa
El director ejecutivo de #ProyectoPaís2025 comentó en Radio Infinita:
- Los desafíos para una democracia más participativa
- Los beneficios de la economía colaborativa
- La importancia de rescatar los valores ancestrales de nuestra nación
- Las propuestas del Colegio de Ingenieros de Chile para
cuadruplicar las exportaciones del país.
- Los desafíos para una democracia más participativa
- Los beneficios de la economía colaborativa
- La importancia de rescatar los valores ancestrales de nuestra nación
- Las propuestas del Colegio de Ingenieros de Chile para
cuadruplicar las exportaciones del país.
#UnNuevoChile
Escucha la entrevista aquí
viernes, 24 de enero de 2020
Institucionalidad para los pueblos originarios
De acuerdo a los antecedentes entregados, el rol futuro de los pueblos
originarios es esencial y deben ser valorizados para que su aporte de sabiduría
ilumine a los chilenos en esta difícil etapa futura, en que volver a las
culturas originarias nos permite ser sostenibles como recomiendan los
científicos, siendo necesario su aporte para salir de los valores y conductas
no sostenibles prevalecientes en el mundo.
En este contexto, ahora es necesario para nosotros lograr una relación
de mutuo beneficio con los pueblos originarios, pero debe quedar establecido
que este tipo de relación siempre debería haber sido nuestro objetivo y debemos
reconocer nuestro error histórico en los abusos cometidos.
El Papa Francisco en su visita a Chile, al hablar de convivencia
nacional nos dijo que “Hablar de desafíos es asumir que hay situaciones que han
llegado a un punto que exigen ser repensadas. Lo que hasta ayer podía ser un
factor de unidad y cohesión, hoy está reclamando nuevas respuestas. El ritmo
acelerado y la implantación casi vertiginosa de algunos procesos y cambios que
se imponen en nuestras sociedades nos invitan de manera serena, pero sin
demora, a una reflexión que no sea ingenua, utópica y menos aún voluntarista”.
En esta nueva etapa los valores y cultura que nos han permitido avanzar
hasta donde
estamos no son adecuados para seguir adelante. Esto más que un callejón
sin salida es una gran oportunidad de sublimar lo que somos para ser mejores.
Para esto hay que arrepentirse de nuestra vergüenzas y crímenes
incluyendo no cumplir nuestros acuerdos con los pueblos originarios y esperar
oportunísticamente su momento de debilidad para avasallarlos, ser avasalladores
entre nosotros mismos como ha ocurrido y sigue ocurriendo en la relación entre
Santiago y las Regiones y entre los gobiernos de Regiones y las ciudades y
comunidades, el funcionamiento de nuestro estado que no siempre ha sido justo
favoreciendo a los poderosos por sobre los débiles y necesitados y no
cumpliendo sus compromisos con nuestro propio pueblo como cuando se ofreció
perdonar delitos a cambio de combatir en la guerra del Pacifico y luego no se
cumplió y además no se pagó a los perjudicados sus sueldos de
soldado lo que los llevó a transformarse en forajidos, la forma en que
eliminamos pueblos con mucha sabiduría como los kaweskar que fueron
exterminados como animales, los crímenes y abusos contra el pueblo Rapanui,
Aymara y otros. Hoy vemos que esas prácticas nos han quitado diversidad y
potencialidad.
Algo de esta magnitud implica reestudiar y reescribir nuestra historia
pero tenemos mucho que ganar porque tenemos grandes tesoros que rescatar y
muchas vergüenzas que debemos reconocer para poder superarlas y no repetirlas.
Sin duda nuestra proyección futura dependerá principalmente de nuestro punto de
partida valórico. El tiempo y que los afectados muchos ya hayan desaparecido,
no es argumento para olvidar estas situaciones porque se debe sublimar nuestra
alma colectiva.
Esta catarsis histórica, reescribir nuestra historia, eliminar lo malo y
rescatar lo bueno es muy oportuna hoy día. Dejemos en el pasado lo que no nos
sirve a futuro y no llevemos en nuestra mochila esos pesos que nos impiden
avanzar, llevemos lo bueno, lo que nos ayuda a llegar más lejos en nuestro
camino.
Esto también incluye centrarnos en lo más relevante al estudiar nuestra
historia y mejorar sustancialmente como se enseña en nuestros colegios.
Para esto es necesario volver al origen como recomienda el Papa Francisco,
cuando dice ”La sabiduría de los pueblos originarios puede ser un gran aporte.
De ellos podemos aprender que no hay verdadero desarrollo en un pueblo que dé
la espalda a la tierra y a todo y a todos los que la rodean. Chile tiene en sus
raíces una sabiduría capaz de ayudar a trascender la concepción meramente
consumista de la existencia para adquirir una actitud sapiencial frente al
futuro”.
Debemos ser capaces de escuchar y no de imponer. Escuchando por ejemplo
las propuestas de Alfredo Seguel, Integrante de la agrupación Konapewman de
Temuco, pide lo siguiente:
· Reconocer la preexistencia de los
Pueblos originarios diferenciados a la formación del estado chileno, con sus
propias características sociales, culturales y políticas,
· Discutiendo el reconocer y garantizar
los Derechos Colectivos, Económicos, Sociales y Culturales de los Pueblos,
· Lograr que este reconocimiento sea el resultado de un proceso de diálogo
y entendimiento con organizaciones y comunidades representantes de los Pueblos
originarios,
· No bastaría sólo ratificar el convenio
de la OIT 169 o reconocer en una carta magna la preexistencia de los Pueblos
originarios diferenciados a la formación del estado chileno, con sus propias
características sociales, culturales y políticas, firmemente enraizadas en su
historia, junto con reconocer y garantizar sus Derechos Colectivos, Económicos,
Sociales y Culturales de los Pueblos Indígenas, como parte de un proceso de
diálogo y entendimiento con organizaciones y comunidades, sino que además, se
deben hacer las modificaciones legales necesarias para el efectivo cumplimiento
y aplicación de las convenciones y acuerdos internacionales relacionados con el
resguardo y protección de los pueblos originarios, sus culturas, tierras y
recursos.
· Del mismo modo, si de avanzar se trata, es fundamental crear mecanismos
de seguimiento y evaluación pública de los pactos y convenciones
internacionales que se refieren a derechos de los Pueblos Indígenas y qué a la
vez, dichos mecanismos consideren procesos de consulta y participación de las
organizaciones y/o comunidades de los Pueblos originarios en Chile.
Esto es de mutuo interés, porque este reconocimiento apunta a respetar y
reconocer los méritos y derechos, para poder incorporar la cultura y sabiduría
Mapuche o de otros pueblos originarios, como el elemento más diferenciador de
la identidad multicultural de Chile, como lo es en el caso de Nueva Zelanda la
identidad Maori.
Estas propuestas deberían ser factibles, sin perder la característica de
estado unitario, ya que, a pesar de ser un estado multicultural e incluso
plurinacional, necesitamos unir fuerzas para poder lograr un futuro de interés
común.
Gracias a la cultura Mapuche de reciprocidad, deberíamos lograr la paz
social, la colaboración en esfuerzos conjuntos y un gran aporte de valores y
conductas muy beneficiosos para esta nueva etapa.
Tres tipos de institucionalidad en la economía.
Lo planteado en diferentes secciones de este documento se puede graficar
en que esperamos que en Chile se conformen tres tipos de institucionalidad en
la economía.
Sectores tradicionales sobrevivientes como los
monopolios naturales concesionados (sanitarias y otros), forestales, algunas
instituciones del estado que no se modernicen para ganar capacidad de
adaptación had hoc a las nuevas necesidades del estado, empresas con grandes economías
de escala (mineras, forestales, etc).
Empresas de alta tecnología para el nuevo desarrollo
exportador, con enormes inversiones de países desarrollados con altos niveles
de conocimiento y capital humano avanzado (astronomía, nuevas energías
renovables no contaminantes y otros).
Economía colaborativa con personas atendiendo personas
sin intermediarios que son capaces de organizarse para eliminar una gran
cantidad de empresas tradicionales e intermediarios, entregando servicios y
productos más baratos (por utilizar en parte recursos ociosos y no tener costos
fijos) y más personalizados por ser evaluados por sus clientes y depender de su
evaluación para no perder sus ingresos.
d.1.-Segmento tradicional y el aporte la inmigración
Ha quedado en evidencia con la llegada de inmigrantes en los últimos
años, que han hecho un aporte extraordinario en la etapa de desarrollo de
servicios que enfrenta nuestro país actualmente. Son muy apreciadas su empatía
y cordialidad, sean peruanos, venezolanos, colombianos, haitianos, argentinos o
de otras procedencias.
Esto nos lleva a tomar conciencia que el pueblo chileno no muestra la
misma orientación a la calidad de servicio que la gran mayoría de otros países,
probablemente porque su origen de organización no jerárquica y sus centenarias
luchas por la libertad lo llevo a resistirse a tener jefe y a servir, siendo
ambas cosas un serio bloqueo para esta nueva etapa. Este punto se analiza en la
sección de valores y cultura.
Esta nueva etapa, de acuerdo a una muestra de empresas del Proyecto
País, aportada por la Comisión de Gestión, se caracteriza porque un 78 % de las
empresas está desarrollando estrategias de solución integral al cliente,
caracterizadas por una relación de confianza, flexibilidad y empatía para
adaptase a los requerimientos de los clientes y solucionar sus problemas. Estas
estrategias se eligen cuando estas organizaciones no tienen ventajas de costos
sustentables, o bien, productos y servicios difíciles de copiar.
Un gran desafío de Chile es ser competitivo en calidad de servicios para
mejorar la calidad de vida de la población, para ser más atractivo para los
nuevos chilenos que lleguen de diversos países y para competir en sectores con
mucho potencial e impacto en la población como el turismo. Sin duda los
inmigrantes han mejorado mucho nuestras capacidades para lograr estos
objetivos.
d.2.-Segmento de economía colaborativa
En el primer segmento se podrían mantener organizaciones jerárquicas
tradicionales, pero el tercero se trata de organizaciones que se adaptan mucho
mejor a la herencia cultural chilena en que no hay jerarquía, perdiéndose el
concepto de empleador que es reemplazado por un coordinador entre oferta y
demanda que cobra pequeños montos de las transacciones (por ejemplo 3%) que
reemplazan a las empresas actuales con márgenes muchas veces enormemente
superiores. Esto puede incluir rubros como los bancos que en Chile tienen
márgenes muy superiores, como está ocurriendo en países desarrollados, o en
Brasil y Argentina, con bancos digitales, cuyos costos son variables y muy
bajos, además de ser inmediatos en sus procesos. Este cambio sería muy
importante para la competitividad de la economía, que actualmente tiene un
costo de transacción grosero, por ejemplo en créditos hipotecarios que en la
actualidad están demorando más de 6 meses, obstaculizando gravemente la
economía sin ningún beneficio. Incluso los sistemas modernos como block chain
no tiene riesgo como lo tienen hoy los bancos tradicionales, que dejaron de ser
seguros y los clientes tiene que pagar por seguros de fraude.
El Estado en vez de ser capturado por las empresas tradicionales y
detener estos avances debe desarrollar una agenda de transformación digital que
permita avanzar más rápido para favorecer a la población, con la transformación
digital y la competitividad de la economía, cautelando en la medida de los
posible los intereses de todas las partes pero entendiendo que el cambio se
producirá igual y que no se puede pretender obstaculizarlo.
d.3.-Segmento exportador de alta tecnología, inmigración, condiciones de
localización
El segundo segmento presenta el gran desafió de lograr la mayor
integración nacional posible. Primero con la mayor participación de capital
humano chileno o localizado en Chile, incluso recurriendo activamente a
programas de inmigración selectiva, por ejemplo, en áreas de gran demanda como
data science para la nueva industria de data centers que ha elegido a Chile por
sus bajos costos de energía, entre otros motivos. Para atraer este
capital humano, Chile ha mostrado ofrecer en muchos casos mejor calidad de vida
que países europeos y regionales, por lo que tiene toda la capacidad para
atraer una basta cantidad de talento de cualquier característica, que sea
necesario para los nuevos desarrollos.
Esto es de mutuo beneficio como cuando se desarrollaron los programas de
atracción de colonos alemanes. Chile necesita todavía desarrollar su potencial
para dar solución a las demandas sociales, aunque no logre la integración
nacional deseada, sin que esto signifique que el motor de la comunidad a futuro
deba sea el crecimiento material sin límite. Por este motivo, “si los chilenos
no tenemos las capacidades financieras, tecnológicos o de capital humano, es
bueno que otros vengan a hacerlo por nosotros”, en beneficio de nuestra
población. Además, como ha ocurrido antes estos inmigrantes son los nuevos
chilenos para un país que esta a un 20% de su capacidad de población
(considerando estándares de Alemania, china, y otros). Hay que considerar que
la población chilena no puede ser muy pequeña por motivos de seguridad nacional
y otros, y que está en una etapa de envejecimiento y sin capacidad de
reposición de su población por la baja natalidad. Sin duda, necesitamos más
inmigrantes que vengan gradualmente para sostener un equilibrio etario y
mantener el crecimiento. Por eso la Comisión Macroeconómica propone una cuota
de 100 mil inmigrantes al año. Al respecto, es importante considerar también
que Chile es un país viejo con más de un 10% de su población mayor a 60 años
(11.4% en 2010 vs 6.8% en 2000, aumentando desde 1,7 a 3 millones este segmento
entre 2010 y 2020).
Adicionalmente, Chile tiene que definir medidas (probablemente de
flexibilidad de horarios) para facilitar la participación laboral de la mujer,
juventud y tercera edad, porque Chile tiene una de las bajas participaciones
laborales adultas en la OCDE, con 56.1% de adultos trabajando, siendo el
promedio es de 66.1% (Informe Social OCDE 2011).
En segundo lugar, se deben generar condiciones de localización
atractivas para industrias complementarias a este segmento exportador de alta
tecnología, con bienes públicos y todos los servicios de alta tecnología
necesarios. A modo de ejemplo, en el caso de astronomía, para que parte del
proceso y análisis de imágenes astronómicas se haga en Chile y no desarrolle
fuera del país.
Es importante tener un equilibrio que permita el desarrollo de estos sectores,
pero generando beneficios a la población local asegurando una amplia aceptación
social. Ejemplos de esto es tener cuotas para que científicos chilenos accedan
a los observatorios, dejar un pequeño porcentaje de la producción de plantas
desalinizadoras para uso de la comunidad y otros, pero sin afectar el atractivo
de estas inversiones, sino que todo lo contrario, generando mayor seguridad por
una mejor relación con las comunidades locales.
Esto requiere una extraordinaria capacidad de articulación,
involucramiento e inteligencia local que debe tener liderazgo local. Para bien
o para mal las comunidades locales son las verdaderamente afectadas o
beneficiadas con los desarrollos en sus territorios y no corresponde que sean
decisiones del gobierno central.
No frenar la nueva economía.
Un punto de la mayor importancia es no sobre regular la nueva economía
que por definición es de bajos márgenes, afectando este proceso de adecuación
del País a las nuevas realidades, lo que es esencial para reemplazar el empleo
que se esta perdiendo en la economía tradicional, que expertos estiman que
alcanzará al 50% del empleo total. Adicionalmente, el país perdería gravemente
competitividad en el mundo global. En la actualidad un 37% de las empresas
declara que está reduciendo empleos con mayor uso de tecnología, cifra muy
sobre el promedio de APEC y sólo un 17% dice que la tecnología los lleva a
crear más empleo, según estudio internacional de PWC de 2019.
Es comprensible el interés de obstruir este cambio por parte de las
empresas tradicionales que se están viendo severamente afectadas, pero sería un
gravísimo error permitirlo. Para ejemplificar se puede tomar el caso de Walmart
que crea un centro comercial Omnicanal, cuyo canal digital compite con sus
propios supermercados con una mayor variedad de productos y probablemente como
ocurre con otros canales digitales con productos más baratos, algunos de los
cuales se transforman en centros de venta ciegos y dejan de atender público. Es
decir Walmart prefiere competir con sus propios puntos de venta a esperar que
lo hagan otros. Uno de los escenarios probables es que disminuya sus ventas en
canales físicos perdiendo rentabilidad, porque su rol en la nueva modalidad es
menor, siendo posible que sea des intermediado por los proveedores usando el
canal fulfillmet de Amazon y lleguen directamente a los clientes o incluso es
posible que los productores instalen su propio canal digital y usen la última
milla de CornerShop u otro, eliminando todo tipo de intermediarios. En este
escenario, sin duda los márgenes serán mucho menores, pero si no lo hace, otros
lo harán y arriesga a perder mucho más mercado.
Algo parecido tiene que hacer el Estado. Los nuevos modelos de negocio,
al igual que no soportan los mismos márgenes para las empresas tampoco soportan
los mismos impuestos. Si el país quiere seguir liderando la modernización
y ganar competitividad y atractividad a nivel global debe entender que este
tipo de modelos de economía colaborativa no pueden pagar un 19% de impuesto
porque en muchos casos no produce ese tipo de márgenes, por ejemplo, en el caso
de arriendos de casas amobladas o piezas. No entender esto sólo producirá que
no se generen puestos de trabajo para reemplazar los que se perderán con
inteligencia artificial, robotización y otras transformaciones digitales o bien
que las personas para subsistir entren a la economía informal sin pagar nada de
impuestos.
Además una advertencia, estos modelos pueden migrar evitando las
transacciones monetarias y el pago de impuestos, de hecho, ya existen
soluciones de economía colaborativa de canje sin transacción monetaria (por
ejemplo Helping People) que dan un puntaje cuando un participante da un
producto o servicio y este puntaje se puede canjear por otros productos y
servicios.
Teniendo estos factores en cuenta los gobiernos deben evitar ser
capturados por los intereses empresariales y deben aplicar impuesto por ejemplo
del 10%, como han propuesto profesionales que no fueron escuchados en la
actualidad.
Este tipo de desarrollo, además del aporte de puestos de trabajo, de un
sistema de trabajo apreciado por los que desean ser independientes, son
tremendamente más competitivos en muchos rubros con respecto a la empresa
tradicional y aportan una serie de beneficios como los siguientes:
· El ahorro. La mayoría de productos o servicios que
se ofrecen a través de este sistema tiene precios módicos o, incluso,
simbólicos.
· Desarrollo sostenible. La economía colaborativa estimula el segundo uso
de los productos. Lo que alguien ya no necesita, puede tener un nuevo destinatario
en alguna red de contactos. Se aboga por un consumo más moderado.
· Gestión de recursos. Otro principio de la economía
colaborativa es que si a algo sirve para una persona, lo más probable es que a
otra persona también. ¿Por qué no compartirlo muchas veces aprovechando los
tiempos o espacios ociosos de bienes existentes como los autos y las casas?
· Mayor oferta. Los productos con un segundo uso y
los servicios compartidos amplían la oferta de los mercados tradicionales. Sin
la economía colaborativa, es posible que éstos nunca vieran la luz.
· Beneficio medioambiental. La reutilización y los servicios compartidos
son una buena manera de contribuir al cuidado y la sostenibilidad de los
entornos.
· Sustituir empleo tradicional. Algunos pensaron que los paradigmas del
nuevo siglo serían más que costosos… que el empleo se esfumaría para siempre.
Subestimaron la capacidad del hombre para edificar nuevas relaciones
productivas. Los detractores siguen sin darse cuenta que el futuro del empleo,
de hecho, ya está aquí. Se llama “economía colaborativa” (sharing economy en
inglés). Pero lo más importante –y es aquí donde puede que finalmente se
resuelva la escasez de empleo– es que uno podrá proveer bienes y servicios sin
depender de un empleador. Por un lado, es la atomización de los monopolios y
oligopolios; por otro, la diversificación de la ocupación humana.
· Desintermediación. Carlos Blanco, un conocido emprendedor español, cree
que esta forma diferente de consumir es “una consecuencia de la digitalización,
pero también una réplica frente a los abusos en los precios, el mal servicio y
la pésima regulación”.
· Mejora equidad y eficiencia. Para algunos, el consumo colaborativo es
una respuesta a la inequidad y la ineficiencia del mundo. Lo cuentan los
números.
· Vuelta a valores que permitieron el desarrollo de nuestra especie como
colaboración y altruismo. La economía de las comunidades basadas en la
confianza entre las personas, colaboración y propiedad compartida.
El columnista del New York Times, Thomas Friedman, considera que la
economía colaborativa «crea nuevas formas de emprender y también un nuevo
concepto de la propiedad».
Descentralización de Chile
En el año 2012, a nivel del PP, se analizaron los 20 temas más
importantes para el desarrollo multivariable y considerando las propuestas de
las 70 comisiones del Proyecto País de esa época, se eligió a la
descentralización como el más importante, por lo que desde el año 2013
participantes en proyecto país han seguido trabajando para generar condiciones
y conocimientos para este tipo de desarrollo, a través de las siguientes
acciones:
1.-Creación de la Fundación para el Desarrollo Descentralizado
ChileConTodo,
2.-Generación del índice de competitividad de ciudades en 27 ciudades,
3.-Aplicación de la encuesta de I+D+i en 27 ciudades en conjunto con
CNID,
4.-Desarrollo de piloto de desarrollo descentralizado en Arica y
Parinacota,
5.-Difusión de contenidos en cursos de diversas universidades,
6.-Estudio de las nuevas tendencias para el desarrollo de ciudades a
nivel internacional,
7.-Apoyo a iniciativas descentralizadoras como “Crecer Juntos” liderada
por uno de los Presidentes de Comisión del Proyecto País Ronald Bown
8.-Organización el año 2013 en conjunto con Conaredes, el
apoyo del Congreso y más de 50 organizaciones públicas y privadas, del
evento que permitió proponer a los precandidatos presidenciales la creación de
la Comisión de Estado para la descentralización y la elección de Gobernadores
Regionales elegidos democráticamente que se concreta el año 2020.
Adicionalmente, esta Comisión de Estado fue presidida por el Presidente de la
Comisión de Desarrollo Territorial del Proyecto País, cuyas propuestas se
incluyen en el presente informe.
Esta alta prioridad para la descentralización se definió considerando
los siguientes motivos:
Ya se conocía desde el 2005 que las tasas de crecimiento del PIB
bajarían a niveles de 2% por estancamiento de las exportaciones, cuyas tasas de
crecimiento bajaron ese año a niveles inferiores a las tasas de crecimiento del
PIB. También se había constatado la poca disposición al desarrollo de políticas
de desarrollo deliberadas, propuestas por la Comisión Macroeconómica Presidida
por Erik Haindl, a nivel de los gobiernos centrales por motivos ideológicos de
los ministros del área económica, que lograban anular a los que hacían
esfuerzos en este sentido. En este contexto, la única salida para evitar el
freno al crecimiento era radicar las políticas de desarrollo productivo a nivel
territorial donde, paradójicamente, en general, todos estaban de acuerdo que el
desarrollo de actividades productivas no podía estar ausente de los planes de
desarrollo territoriales. Hay abundante crítica internacional respecto de
la aversión en el caso chileno a contar con políticas de este tipo que todos
los países tienen, incluyendo Estados Unidos, Alemania y Francia. Precisamente
expertos de esos países nos daban su opinión respecto de que esta fobia
ideológica era un grave error (por ejemplo, Ricardo Hausmann y Cesar Hidalgo),
que finalmente terminó enterrando las tasas de crecimiento del país debido al
estancamiento de las exportaciones.
Lograr mayor participación de los ciudadanos a nivel territorial en la
definición de su propio futuro y de su comunidad, dándoles acceso a esta tarea
trascendente para darle propósito como ciudadanos, como proponen la Comisión de
Condiciones Básicas para el Desarrollo y de Características Psicológicas.
Se contaba con la convicción que las comunidades ya no aceptarían seguir siendo
meros espectadores de un lejano y cerrado gobierno central en plena época de
las redes sociales. Sin descentralización no existiría satisfacción ciudadana.
Por otra parte, esta participación es vital para asegurar que los
gobiernos de turno, incluso si son elegidos localmente den continuidad a los
proyectos de desarrollo y se evite el borrón y cuenta nueva, no sólo cuando
cambien los gobiernos, sino que cuando cambian los intendentes con una
frecuencia de aproximadamente 2 años. La continuidad de los planes regionales
debe radicar en sus ciudadanos organizados y con capacidad técnica, como se
logró en el piloto de desarrollo descentralizado de AricaConTodo, en que las
autoridades desde el año 2013 han considerado las propuestas basadas en 34
comisiones con 225 expertos por representar el interés ciudadano y dar respaldo
y legitimidad a su implementación.
Lograr las condiciones propuestas por la Comisión de Condiciones
Sociales para el Desarrollo, presidida por Jorge Marshall, de “contar con
Proyecto Común a nivel territorial, gobernabilidad y confianza interpersonal”.
Los proyectos comunes se hacen a escala humana y geográfica y el proyecto país
es bueno sólo si corresponde a la suma de buenos proyectos locales. Estos
proyectos comunes aumentan la gobernabilidad gracias a la cohesión y
colaboración que facilitan.
Estaba tan mal el nivel de confianza interpersonal de 13% medido por
OCDE, que ya no era posible mejorar la confianza con proyectos macro y lejanos
de las personas. Era más factible lograrla a nivel de escala humana con conversaciones
cara a cara y accountabilty de los propios vecinos sobre los diferentes
responsables de su propia comunidad.
Es decir, recogiendo aportes de las comisiones teníamos respaldos
contundentes y objetivos, cualitativos y cuantitativos que indicaban que sin
descentralización no tendríamos satisfacción ciudadana, proyectos comunes,
gobernabilidad, confianza, diversificación de exportaciones y crecimiento
económico y quedaremos atrapados en la trampa de los ingresos medios que han
impedido al 90% de los países superar el nivel per cápita que tiene
Chile. Lamentablemente, la explosión social interpretamos que nos dio la
razón en todos estos aspectos. Por esto “la descentralización es un proceso
clave para la competitividad y el desarrollo multivariable de Chile”.
Volviendo al presente, en nuestro país no se consideran a los vecinos y
comunidades, todo se resuelve en forma centralizada participando el gobierno,
legisladores, empresarios y trabajadores, pero sin presencia directa de
representantes directos de la comunidad. Hoy esto está obsoleto porque existen
los mecanismos para aumentar la participación ciudadana directa y también para
que esta libremente determine sus representantes en diferentes materias. A modo
de ejemplo, se debe aplicar con mayor frecuencia consultas como la que está
organizando la Asociación de Municipalidades respecto de cambios en la
constitución.
Como se dijo antes, se requiere contar con Comunidades Territoriales
Organizadas y Autónomas, cuyos miembros permanecen y entienden mejor el interés
de su comunidad, a diferencia de los directivos públicos y privados que rotan y
hacen continuamente “borrón y cuenta nueva”. Mientras no cambie nuestra
institucionalidad la continuidad de las políticas de estado debe radicar en
estas organizaciones ciudadanas.
Es necesario que Chile recupere el involucramiento ciudadano en resolver
sus propios problemas y administrar sus planes de desarrollo, como era al
inicio del Estado en que Chile contaba con 50 Cabildos.
Hoy, en el mundo miembros de las comunidades definen y administran sus
planes de desarrollo. El Desarrollo Descentralizado está ampliamente legitimado
y corresponde de mejor manera a la cultura originaria en el caso chileno.
Teniendo en cuenta el malestar ciudadano que produjo el estallido social
de octubre de 2019, se debe dar la mayor importancia a dar facultades a
autoridades locales para que atiendan en forma personalizada las necesidades de
sus comunidades, porque cuando no tienen instrumentos es un motivo para llegar
a acumular el tipo de malestar que produce el colapso completo, como indica el
Alcalde de Puente Alto, Germán Codina, a nombre de la Asociación Chilena de
Municipalidades.
¿Transformación institucional o cultural?
La transformación institucional, aunque parezca una paradoja no es
legalista y de cambios de normas y presupuestos, basta ver los aumentos de
presupuestos en transporte, salud, educación y otros frentes para darnos cuenta
que los resultados muchas veces incluso son negativos con enormes costos para
el país. Incluso es momento de hacer un presupuesto base cero para priorizar
nuevamente los gastos especialmente los que no se traducen en mejoras tangibles
para los ciudadanos. Sin que los usuarios sean empoderados para hacerse
escuchar y constructivos, los cambios institucionales y de recursos no
producirán mejoras porque faltaría cultura de orientación a los usuarios.
La mayoría de los aumentos de presupuestos han sido consumidos dentro del mismo
estado en gastos fijos, aumentos de dotación, mejores condiciones de trabajo y sueldos,
pero no han mejorado en una adecuada proporción la calidad y satisfacción
percibida por los usuarios. Es prioritario el cambio de cultura de orientación
al cliente y meritocracia para lo cual hay que cambiar los sistemas de gestión
de los servicios públicos. Estos sistemas no pueden seguir capturados por sus
jefaturas y funcionarios que pretenden que nadie los evalúe y buscan más bien
mejores condiciones personales.
A modo de ejemplo, este cambio es fundamental para incentivar el paso
desde organizaciones focalizadas en cumplir mínimos de indicadores de procesos,
a organizaciones incentivadas a un mejoramiento continuo de satisfacción de
clientes, focalizadas en la satisfacción de los usuarios. Esto se debe a la
práctica de aplicar multas por no cumplir con atributos mandatorios lo que
lleva a cumplir con un mínimo para no tener multas pero sin incentivos a
mejorar sobre este mínimo. A modo de ejemplo, en estos modelos de gestión se pueden
distinguir tres tipos de atributos:
AM-Atributos mandatarios que tienen que ver con políticas irrenunciables
en seguridad, impacto ambiental, equidad y otros. (ejemplo: entrega de raciones
incluyendo alimentos en mal estado),
AE-Atributos exigidos que deben cumplir con rangos de desempeño
definidos (ejemplo: No cumplimiento de gramajes acordados de porcionamiento),
AVA-Atributos de valor agregado que son deseables de incentivar (no
pueden ser objeto de total despreocupación. No sería aceptable no cumplir metas
en más de un 70% de estos atributos. (Ejemplos: tiempos de espera en fila del
casino, percepción de amabilidad en atención del casino).
Para resolver esto e incentivar la calidad de servicio y la orientación
al cliente se deben considerar:
1-Aplicación de multas al no cumplimiento de atributos mandatorios y
exigidos.
2-Considerar incentivos para promover mejoras constantes en los
atributos de Valor Agregado, que son fundamentales para la satisfacción de los
usuarios y que generalmente no son considerados en la compensación de los
participantes en el servicio.
Especial ponderación deben tener los atributos de valor agregado con
retroalimentación desde el cliente, porque son los únicos que generan
orientación al cliente al darle voz, por ejemplo a través de encuestas. Este
tipo de compensaciones variables que permiten la cultura de orientación al
cliente han presentado gran oposición en el sistema público, pero se ha
demostrado que son factibles de aplicar, incluso en licitaciones como es el caso
de las primeras licitaciones de servicios no médicos de hospitales públicos.
Esto es válido para empresas privadas, especialmente cuando pueden aprovechar regulaciones que las protegen y disminuyen la competencia como puede ocurrir en salud, bancos que han disminuido gravemente la competencia a cerca de la mitad de oferentes con continuas fusiones que han afectado gravemente la calidad de servicios a los usuarios, compañías de seguro, AFP y otros.
Los chilenos son muy legalistas y tienden a pensar que los cambios se
producen por decretos ley, cuando en realidad se producen cuando hay cambios en
las dinámicas de los actores del sistema, y se cuenta con sistemas de medición
e incentivos correctos. Existe un slogan a nivel mundial que dice “lo que mides
es lo que tienes”, que indica que las personas se preocupan de lo que se mide y
si no se mide la satisfacción de los usuarios simplemente las personas darán
prioridad a otras cosas y no se tendrá satisfacción de usuarios y cultura de
orientación al cliente, incluso aunque se multipliquen muchas veces los
presupuestos como se ha constatado en el caso chileno.
¿Estado garantizador de derechos o estado equitativo?
Como se analizó en materia de valores y cultura, en la filosofía Mapuche
lo que primaba era el concepto de reciprocidad, en todo orden de cosas, incluyendo
la naturaleza. Esto lleva a que nada era gratis ni regalado (no existen
palabras para pedir, rogar y gracias o de sin costo en el Mapudungun).
A modo de ejemplo, como ha quedado demostrado, un Estado puede pasar
también por problemas como el actual estallido social, cambios en los mercados
internacionales, guerras comerciales, desastres naturales, eventualmente
cambios climáticos severos como los anunciados y guerras, por lo que no es
responsable asegurar cosas a todo evento, salvo equidad, que implica que sean
muchos o pocos los recursos todos tendrán derecho a una parte en función de las
necesidades de la comunidad o sus valores.
Por ejemplo, ¿quién tiene prioridad ética, los jubilados que están sin
cubrir sus necesidades mínimas, enfermos terminales, estudiantes de prebásica
cuya educación los condiciona para toda su vida o estudiantes de educación
superior?. En cada momento, el mandato popular debe determinar las prioridades,
evitando ser capturado por los que más posibilidades de pedir y presionar
tienen.
Otro ejemplo es una crisis ambiental como muchos creen que ocurrirá
alrededor del 2040, la prioridad puede ser la sobrevivencia y la alimentación,
también la seguridad si esto origina guerras y otros enfrentamientos
internos. Sin duda que las prioridades pueden cambiar en el tiempo,
incluso en nuestro horizonte al 2040.
En estas condiciones, es un grave error generar compromisos y
expectativas que en algunos escenarios no se podrán cumplir.
Pero más grave aún es la total falta de juicio y sabiduría que significa
formalizar el concepto que por el sólo hecho de existir, independientemente de
otras prioridades o desastres comunes en nuestro país, incluso sin méritos o
deberes, enseñemos a las personas que tienen derechos garantizados a todo
evento a pesar de eventos de fuerza mayor.
Los gobiernos y padres que le enseñan a sus hijos que en la vida tienen
derechos sin deberes o méritos, cualquiera sea el escenario, les están haciendo
daño.
A pesar que nada era gratis en la cultura mapuche y de que existía la
meritocracia, era una sociedad del bienestar porque los bienes eran comunes y
existía la solidaridad.
Nos parece que la peor alternativa desde el punto de vista valórico y
también practico es el concepto de derechos garantizados y que son superiores
los valores de equidad y solidaridad, incluyendo que los méritos sí deben ser
considerados para asignar los recursos que siempre con escasos.
Sin perjuicio de esto, si pensamos que hay necesidades o derechos
humanos mínimos a cautelar como el derecho a la vida y la libertad. Estamos a
favor de mecanismos que permitan equidad en materias claves como salud y
educación, pero no en tranzar los valores que son necesarios para una comunidad
virtuosa incluso en escenarios de desgracia. Los efectos prácticos pueden ser
similares a una estrategia garantista de derechos, pero no serán similares
desde el punto de vista de los valores.
Escuchando lo que dijo el gran biólogo y filósofo Humberto Maturana en
medio del estallido social, tenemos:
“No me gusta la noción de los derechos, prefiero compromisos de
convivencia, porque implica dos partes …… el derecho me permite ir
a exigirle al otro satisfacer mi derecho pero no me dice nada como tengo que
conducirme yo, pero con compromisos de convivencia estamos ambos comprometidos
a comportarnos de cierta manera según los principios de convivencia que hemos
determinado como el respeto, la dignidad u otros.”
“Las personas deben hacer lo que hacen con responsabilidad cívica,
tienen que darse cuenta de que el estado o sistema civil los hace posible…
cuando era joven todo lo hacía posible el Estado…como estudie con beca quería
volver a Chile para devolver al país lo recibido…. ahora no tenemos una
educación que nos haga conscientes que es el país lo que nos hace posible..”
“El joven destruye porque carece de la historia que lo hace consciente
que la comunidad lo hace posible, nadie vive en al vacío, incluso el mendigo
depende de los que le dan monedas. Pero si no está consciente de eso, no se
hago cargo que vive gracias a la comunidad que le hace posible vivir ahí”.
Institucionalidad para los pueblos originarios
De acuerdo a los antecedentes entregados, el rol futuro de los pueblos
originarios es esencial y deben ser valorizados para que su aporte de sabiduría
ilumine a los chilenos en esta difícil etapa futura, en que volver a las
culturas originarias nos permite ser sostenibles como recomiendan los
científicos, siendo necesario su aporte para salir de los valores y conductas
no sostenibles prevalecientes en el mundo.
En este contexto, ahora es necesario para nosotros lograr una relación
de mutuo beneficio con los pueblos originarios, pero debe quedar establecido
que este tipo de relación siempre debería haber sido nuestro objetivo y debemos
reconocer nuestro error histórico en los abusos cometidos.
Algo de esta magnitud implica reestudiar y reescribir nuestra historia
pero tenemos mucho que ganar porque tenemos grandes tesoros que rescatar y
muchas vergüenzas que debemos reconocer para poder superarlas y no repetirlas.
Sin duda nuestra proyección futura dependerá principalmente de nuestro punto de
partida valórico. El tiempo y que los afectados muchos ya hayan desaparecido,
no es argumento para olvidar estas situaciones porque se debe sublimar nuestra
alma colectiva.
Para esto es necesario volver al origen como recomienda el Papa
Francisco, cuando dice ”La sabiduría de los pueblos originarios puede ser un
gran aporte. De ellos podemos aprender que no hay verdadero desarrollo en un
pueblo que dé la espalda a la tierra y a todo y a todos los que la rodean.
Chile tiene en sus raíces una sabiduría capaz de ayudar a trascender la
concepción meramente consumista de la existencia para adquirir una actitud
sapiencial frente al futuro”.
En este contexto, debemos ser capaces de escuchar y no de imponer.
Escuchando por ejemplo las propuestas de Alfredo Seguel, Integrante de la
agrupación Konapewman de Temuco, pide entre otras cosas, discutir el reconocer
y garantizar los Derechos Colectivos, Económicos, Sociales y Culturales de los
Pueblos, logrando que este reconocimiento sea el resultado de un proceso de
diálogo y entendimiento con organizaciones y comunidades representantes de los
Pueblos originarios, lo que se detalla más adelante.
Esto es de mutuo interés, porque este reconocimiento apunta a respetar y
reconocer los méritos y derechos, para poder incorporar la cultura y sabiduría
Mapuche y de otros pueblos originarios, como el elemento más diferenciador de
la identidad multicultural de Chile, como lo es en el caso de Nueva Zelanda la
identidad Maori.
Estas propuestas deberían ser factibles, sin perder la característica de
estado unitario, ya que, a pesar de ser un estado multicultural e incluso
plurinacional, necesitamos unir fuerzas para poder lograr un futuro de interés
común.
Gracias a la cultura Mapuche de reciprocidad, deberíamos lograr la paz
social, la colaboración en esfuerzos conjuntos y un gran aporte de valores y conductas
muy beneficiosos para esta nueva etapa.
Mejorar la capacidad del Estado para erradicar la delincuencia, narcotráfico y violencia
Por años el Estado ha sido pasivo ante el crecimiento de la
delincuencia, incluyendo el poder legislativo, judicial y ejecutivo, y gracias
a esta irresponsabilidad la delincuencia logró un predominio total y es capaz
de vandalizar el país entero sin ningún contrapeso, como ha quedado demostrado
en el reciente estallido social que se ha transformado en un estallido
delictual. Es más, los perjuicios a la imagen del país, al empleo, a la
inversión, el alza del dólar y otros, se deben exclusivamente a la violencia y
no a las manifestaciones pacíficas.
Se debe diferenciar el fenómeno de demandas sociales del vandalismo, aplicando las medidas de represión y castigo que sean necesarias para terminar con la delincuencia. Existen casos de éxito como el de la ciudad de New York que deben ser aprovechados.
Se deben considerar mayores dotaciones policiales, tecnología y otros, además de penas no sólo disuasivas, sino que saquen de circulación a los delincuentes. No es posible como ocurre ahora la puerta giratoria, que los libera de un día para otro para volver a delinquir en repetidas ocasiones, incluyendo a los jóvenes que pueden tener otro tipo de reclusión. Puede ser caro para la sociedad pero la seguridad no tiene precio y es un derecho humano.
Es preocupante que nuestra clase política y el poder legal no hagan su trabajo hasta que generan explosiones. Fue necesaria la explosión social para que se genere la agenda social. También parece que fue necesaria la explosión delictual para tomarse en serio lo que todos sabíamos que estaba sembrándose hace muchos años con la puerta giratoria.
Es en todo caso es una esperanza la declaración de importantes miembros del partido socialista que dice: "minorías que, al amparo de estas justas causas, se han dedicado a la destrucción, al vandalismo y al pillaje". "Coexisten lumpen y sectores marginados, bandas criminales ligadas al narcotráfico, y grupos extremistas y antisistémicos, altamente ideologizados y organizados", tesis que sustentan en los numerosos edificios públicos y privados que han sido "blanco de la furia irracional y de un fanatismo ideológico que ataca directamente y busca arrasar con el estado de derecho democrático, la única y poderosa protección de las personas e instituciones frente al despotismo, la barbarie o la tiranía".
Ello, acotan, en medio del odio e intolerancia hacia quien piensan distinto. Ante ello, llaman a que la izquierda democrática emprenda una batalla ideológica, cultural y política contra esta amenaza.
Esta declaración indica que hay una masa crítica política para endurecer las penas y tomar medidas correctivas tendientes a una solución. A modo de ejemplo, los jóvenes drogadictos violentos después de un examen que confirme su adicción deberían ser sacados de la calle y enviados a un tratamiento para dejar las drogas.
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