viernes, 31 de enero de 2020

martes, 28 de enero de 2020

Proyecto País y el Debate Constitucional



Entrevista a Gastón L'Huillier en Radio Infinita


El director ejecutivo de Proyecto País conversó con Cony Stipicic y Paola Berlín sobre las propuestas de la fundación, la importancia de volver a las raíces culturales de nuestro país, y valorar la herencia de los pueblos originarios, "para Chile, entrar en la economía moderna es como volver al origen", afirmó.

Mira la entrevista completa en este link (min 44:35)



lunes, 27 de enero de 2020

Gastón L'Huillier en Radio Infinita: beneficios de una democracia más participativa con una economía más colaborativa

El director ejecutivo de #ProyectoPaís2025  comentó en Radio Infinita:
- Los desafíos para una democracia más participativa
- Los beneficios de la economía colaborativa
- La importancia de rescatar los valores ancestrales de nuestra nación
- Las propuestas del Colegio de Ingenieros de Chile para 
cuadruplicar las exportaciones del país.
#UnNuevoChile

Escucha la entrevista
aquí


viernes, 24 de enero de 2020

Institucionalidad para los pueblos originarios


De acuerdo a los antecedentes entregados, el rol futuro de los pueblos originarios es esencial y deben ser valorizados para que su aporte de sabiduría ilumine a los chilenos en esta difícil etapa futura, en que volver a las culturas originarias nos permite ser sostenibles como recomiendan los científicos, siendo necesario su aporte para salir de los valores y conductas no sostenibles prevalecientes en el mundo.

En este contexto, ahora es necesario para nosotros lograr una relación de mutuo beneficio con los pueblos originarios, pero debe quedar establecido que este tipo de relación siempre debería haber sido nuestro objetivo y debemos reconocer nuestro error histórico en los abusos cometidos.

El Papa Francisco en su visita a Chile, al hablar de convivencia nacional nos dijo que “Hablar de desafíos es asumir que hay situaciones que han llegado a un punto que exigen ser repensadas. Lo que hasta ayer podía ser un factor de unidad y cohesión, hoy está reclamando nuevas respuestas. El ritmo acelerado y la implantación casi vertiginosa de algunos procesos y cambios que se imponen en nuestras sociedades nos invitan de manera serena, pero sin demora, a una reflexión que no sea ingenua, utópica y menos aún voluntarista”.

En esta nueva etapa los valores y cultura que nos han permitido avanzar hasta donde 
estamos no son adecuados para seguir adelante. Esto más que un callejón sin salida es una gran oportunidad de sublimar lo que somos para ser mejores.

Para esto hay que arrepentirse de nuestra vergüenzas y crímenes incluyendo no cumplir nuestros acuerdos con los pueblos originarios y esperar oportunísticamente su momento de debilidad para avasallarlos, ser avasalladores entre nosotros mismos como ha ocurrido y sigue ocurriendo en la relación entre Santiago y las Regiones y entre los gobiernos de Regiones y las ciudades y comunidades, el funcionamiento de nuestro estado que no siempre ha sido justo favoreciendo a los poderosos por sobre los débiles y necesitados y no cumpliendo sus compromisos con nuestro propio pueblo como cuando se ofreció perdonar delitos a cambio de combatir en la guerra del Pacifico y luego no se cumplió  y además no se pagó a los perjudicados sus sueldos de soldado lo que los llevó a transformarse en forajidos, la forma en que eliminamos pueblos con mucha sabiduría como los kaweskar que fueron exterminados como animales, los crímenes y abusos contra el pueblo Rapanui, Aymara y otros. Hoy vemos que esas prácticas nos han quitado diversidad y potencialidad.

Algo de esta magnitud implica reestudiar y reescribir nuestra historia pero tenemos mucho que ganar porque tenemos grandes tesoros que rescatar y muchas vergüenzas que debemos reconocer para poder superarlas y no repetirlas. Sin duda nuestra proyección futura dependerá principalmente de nuestro punto de partida valórico. El tiempo y que los afectados muchos ya hayan desaparecido, no es argumento para olvidar estas situaciones porque se debe sublimar nuestra alma colectiva.

Esta catarsis histórica, reescribir nuestra historia, eliminar lo malo y rescatar lo bueno es muy oportuna hoy día. Dejemos en el pasado lo que no nos sirve a futuro y no llevemos en nuestra mochila esos pesos que nos impiden avanzar, llevemos lo bueno, lo que nos ayuda a llegar más lejos en nuestro camino.

Esto también incluye centrarnos en lo más relevante al estudiar nuestra historia y mejorar sustancialmente como se enseña en nuestros colegios.

Para esto es necesario volver al origen como recomienda el Papa Francisco, cuando dice ”La sabiduría de los pueblos originarios puede ser un gran aporte. De ellos podemos aprender que no hay verdadero desarrollo en un pueblo que dé la espalda a la tierra y a todo y a todos los que la rodean. Chile tiene en sus raíces una sabiduría capaz de ayudar a trascender la concepción meramente consumista de la existencia para adquirir una actitud sapiencial frente al futuro”.

Debemos ser capaces de escuchar y no de imponer. Escuchando por ejemplo las propuestas de Alfredo Seguel, Integrante de la agrupación Konapewman de Temuco, pide lo siguiente:
·      Reconocer la preexistencia de los Pueblos originarios diferenciados a la formación del estado chileno, con sus propias características sociales, culturales y políticas,
·      Discutiendo el reconocer y garantizar los Derechos Colectivos, Económicos, Sociales y Culturales de los Pueblos,
·  Lograr que este reconocimiento sea el resultado de un proceso de diálogo y entendimiento con organizaciones y comunidades representantes de los Pueblos originarios,
·      No bastaría sólo ratificar el convenio de la OIT 169 o reconocer en una carta magna la preexistencia de los Pueblos originarios diferenciados a la formación del estado chileno, con sus propias características sociales, culturales y políticas, firmemente enraizadas en su historia, junto con reconocer y garantizar sus Derechos Colectivos, Económicos, Sociales y Culturales de los Pueblos Indígenas, como parte de un proceso de diálogo y entendimiento con organizaciones y comunidades, sino que además, se deben hacer las modificaciones legales necesarias para el efectivo cumplimiento y aplicación de las convenciones y acuerdos internacionales relacionados con el resguardo y protección de los pueblos originarios, sus culturas, tierras y recursos.
·  Del mismo modo, si de avanzar se trata, es fundamental crear mecanismos de seguimiento y evaluación pública de los pactos y convenciones internacionales que se refieren a derechos de los Pueblos Indígenas y qué a la vez, dichos mecanismos consideren procesos de consulta y participación de las organizaciones y/o comunidades de los Pueblos originarios en Chile.

Esto es de mutuo interés, porque este reconocimiento apunta a respetar y reconocer los méritos y derechos, para poder incorporar la cultura y sabiduría Mapuche o de otros pueblos originarios, como el elemento más diferenciador de la identidad multicultural de Chile, como lo es en el caso de Nueva Zelanda la identidad Maori.

Estas propuestas deberían ser factibles, sin perder la característica de estado unitario, ya que, a pesar de ser un estado multicultural e incluso plurinacional, necesitamos unir fuerzas para poder lograr un futuro de interés común.

Gracias a la cultura Mapuche de reciprocidad, deberíamos lograr la paz social, la colaboración en esfuerzos conjuntos y un gran aporte de valores y conductas muy beneficiosos para esta nueva etapa.




Tres tipos de institucionalidad en la economía.

Lo planteado en diferentes secciones de este documento se puede graficar en que esperamos que en Chile se conformen tres tipos de institucionalidad en la economía.

Sectores tradicionales sobrevivientes como los monopolios naturales concesionados (sanitarias y otros), forestales, algunas instituciones del estado que no se modernicen para ganar capacidad de adaptación had hoc a las nuevas necesidades del estado, empresas con grandes economías de escala (mineras, forestales, etc).

Empresas de alta tecnología para el nuevo desarrollo exportador, con enormes inversiones de países desarrollados con altos niveles de conocimiento y capital humano avanzado (astronomía, nuevas energías renovables no contaminantes y otros).

Economía colaborativa con personas atendiendo personas sin intermediarios que son capaces de organizarse para eliminar una gran cantidad de empresas tradicionales e intermediarios, entregando servicios y productos más baratos (por utilizar en parte recursos ociosos y no tener costos fijos) y más personalizados por ser evaluados por sus clientes y depender de su evaluación para no perder sus ingresos.

d.1.-Segmento tradicional y el aporte la inmigración

Ha quedado en evidencia con la llegada de inmigrantes en los últimos años, que han hecho un aporte extraordinario en la etapa de desarrollo de servicios que enfrenta nuestro país actualmente. Son muy apreciadas su empatía y cordialidad, sean peruanos, venezolanos, colombianos, haitianos, argentinos o de otras procedencias.

Esto nos lleva a tomar conciencia que el pueblo chileno no muestra la misma orientación a la calidad de servicio que la gran mayoría de otros países, probablemente porque su origen de organización no jerárquica y sus centenarias luchas por la libertad lo llevo a resistirse a tener jefe y a servir, siendo ambas cosas un serio bloqueo para esta nueva etapa. Este punto se analiza en la sección de valores y cultura.

Esta nueva etapa, de acuerdo a una muestra de empresas del Proyecto País, aportada por la Comisión de Gestión, se caracteriza porque un 78 % de las empresas está desarrollando estrategias de solución integral al cliente, caracterizadas por una relación de confianza, flexibilidad y empatía para adaptase a los requerimientos de los clientes y solucionar sus problemas. Estas estrategias se eligen cuando estas organizaciones no tienen ventajas de costos sustentables, o bien, productos y servicios difíciles de copiar.

Un gran desafío de Chile es ser competitivo en calidad de servicios para mejorar la calidad de vida de la población, para ser más atractivo para los nuevos chilenos que lleguen de diversos países y para competir en sectores con mucho potencial e impacto en la población como el turismo. Sin duda los inmigrantes han mejorado mucho nuestras capacidades para lograr estos objetivos.

d.2.-Segmento de economía colaborativa

En el primer segmento se podrían mantener organizaciones jerárquicas tradicionales, pero el tercero se trata de organizaciones que se adaptan mucho mejor a la herencia cultural chilena en que no hay jerarquía, perdiéndose el concepto de empleador que es reemplazado por un coordinador entre oferta y demanda que cobra pequeños montos de las transacciones (por ejemplo 3%) que reemplazan a las empresas actuales con márgenes muchas veces enormemente superiores. Esto puede incluir rubros como los bancos que en Chile tienen márgenes muy superiores, como está ocurriendo en países desarrollados, o en Brasil y Argentina, con bancos digitales, cuyos costos son variables y muy bajos, además de ser inmediatos en sus procesos. Este cambio sería muy importante para la competitividad de la economía, que actualmente tiene un costo de transacción grosero, por ejemplo en créditos hipotecarios que en la actualidad están demorando más de 6 meses, obstaculizando gravemente la economía sin ningún beneficio. Incluso los sistemas modernos como block chain no tiene riesgo como lo tienen hoy los bancos tradicionales, que dejaron de ser seguros y los clientes tiene que pagar por seguros de fraude.

El Estado en vez de ser capturado por las empresas tradicionales y detener estos avances debe desarrollar una agenda de transformación digital que permita avanzar más rápido para favorecer a la población, con la transformación digital y la competitividad de la economía, cautelando en la medida de los posible los intereses de todas las partes pero entendiendo que el cambio se producirá igual y que no se puede pretender obstaculizarlo.

d.3.-Segmento exportador de alta tecnología, inmigración, condiciones de localización

El segundo segmento presenta el gran desafió de lograr la mayor integración nacional posible. Primero con la mayor participación de capital humano chileno o localizado en Chile, incluso recurriendo activamente a programas de inmigración selectiva, por ejemplo, en áreas de gran demanda como data science para la nueva industria de data centers que ha elegido a Chile por sus bajos costos de energía, entre otros motivos. Para  atraer este capital humano, Chile ha mostrado ofrecer en muchos casos mejor calidad de vida que países europeos y regionales, por lo que tiene toda la capacidad para atraer una basta cantidad de talento de cualquier característica, que sea necesario para los nuevos desarrollos.

Esto es de mutuo beneficio como cuando se desarrollaron los programas de atracción de colonos alemanes. Chile necesita todavía desarrollar su potencial para dar solución a las demandas sociales, aunque no logre la integración nacional deseada, sin que esto signifique que el motor de la comunidad a futuro deba sea el crecimiento material sin límite. Por este motivo, “si los chilenos no tenemos las capacidades financieras, tecnológicos o de capital humano, es bueno que otros vengan a hacerlo por nosotros”, en beneficio de nuestra población. Además, como ha ocurrido antes estos inmigrantes son los nuevos chilenos para un país que esta a un 20% de su capacidad de población (considerando estándares de Alemania, china, y otros). Hay que considerar que la población chilena no puede ser muy pequeña por motivos de seguridad nacional y otros, y que está en una etapa de envejecimiento y sin capacidad de reposición de su población por la baja natalidad. Sin duda, necesitamos más inmigrantes que vengan gradualmente para sostener un equilibrio etario y mantener el crecimiento. Por eso la Comisión Macroeconómica propone una cuota de 100 mil inmigrantes al año. Al respecto, es importante considerar también que Chile es un país viejo con más de un 10% de su población mayor a 60 años (11.4% en 2010 vs 6.8% en 2000, aumentando desde 1,7 a 3 millones este segmento entre 2010 y 2020).

Adicionalmente, Chile tiene que definir medidas (probablemente de flexibilidad de horarios) para facilitar la participación laboral de la mujer, juventud y tercera edad, porque Chile tiene una de las bajas participaciones laborales adultas en la OCDE, con 56.1% de adultos trabajando, siendo el promedio es de 66.1% (Informe Social OCDE 2011).
En segundo lugar, se deben generar condiciones de localización atractivas para industrias complementarias a este segmento exportador de alta tecnología, con bienes públicos y todos los servicios de alta tecnología necesarios. A modo de ejemplo, en el caso de astronomía, para que parte del proceso y análisis de imágenes astronómicas se haga en Chile y no desarrolle fuera del país.

Es importante tener un equilibrio que permita el desarrollo de estos sectores, pero generando beneficios a la población local asegurando una amplia aceptación social. Ejemplos de esto es tener cuotas para que científicos chilenos accedan a los observatorios, dejar un pequeño porcentaje de la producción de plantas desalinizadoras para uso de la comunidad y otros, pero sin afectar el atractivo de estas inversiones, sino que todo lo contrario, generando mayor seguridad por una mejor relación con las comunidades locales.


Esto requiere una extraordinaria capacidad de articulación, involucramiento e inteligencia local que debe tener liderazgo local. Para bien o para mal las comunidades locales son las verdaderamente afectadas o beneficiadas con los desarrollos en sus territorios y no corresponde que sean decisiones del gobierno central.

No frenar la nueva economía.


Un punto de la mayor importancia es no sobre regular la nueva economía que por definición es de bajos márgenes, afectando este proceso de adecuación del País a las nuevas realidades, lo que es esencial para reemplazar el empleo que se esta perdiendo en la economía tradicional, que expertos estiman que alcanzará al 50% del empleo total. Adicionalmente, el país perdería gravemente competitividad en el mundo global. En la actualidad un 37% de las empresas declara que está reduciendo empleos con mayor uso de tecnología, cifra muy sobre el promedio de APEC y sólo un 17% dice que la tecnología los lleva a crear más empleo, según estudio internacional de PWC de 2019.

Es comprensible el interés de obstruir este cambio por parte de las empresas tradicionales que se están viendo severamente afectadas, pero sería un gravísimo error permitirlo. Para ejemplificar se puede tomar el caso de Walmart que crea un centro comercial Omnicanal, cuyo canal digital compite con sus propios supermercados con una mayor variedad de productos y probablemente como ocurre con otros canales digitales con productos más baratos, algunos de los cuales se transforman en centros de venta ciegos y dejan de atender público. Es decir Walmart prefiere competir con sus propios puntos de venta a esperar que lo hagan otros. Uno de los escenarios probables es que disminuya sus ventas en canales físicos perdiendo rentabilidad, porque su rol en la nueva modalidad es menor, siendo posible que sea des intermediado por los proveedores usando el canal fulfillmet de Amazon y lleguen directamente a los clientes o incluso es posible que los productores instalen su propio canal digital y usen la última milla de CornerShop u otro, eliminando todo tipo de intermediarios. En este escenario, sin duda los márgenes serán mucho menores, pero si no lo hace, otros lo harán y arriesga a perder mucho más mercado.

Algo parecido tiene que hacer el Estado. Los nuevos modelos de negocio, al igual que no soportan los mismos márgenes para las empresas tampoco soportan los mismos impuestos.  Si el país quiere seguir liderando la modernización y ganar competitividad y atractividad a nivel global debe entender que este tipo de modelos de economía colaborativa no pueden pagar un 19% de impuesto porque en muchos casos no produce ese tipo de márgenes, por ejemplo, en el caso de arriendos de casas amobladas o piezas. No entender esto sólo producirá que no se generen puestos de trabajo para reemplazar los que se perderán con inteligencia artificial, robotización y otras transformaciones digitales o bien que las personas para subsistir entren a la economía informal sin pagar nada de impuestos.


Además una advertencia, estos modelos pueden migrar evitando las transacciones monetarias y el pago de impuestos, de hecho, ya existen soluciones de economía colaborativa de canje sin transacción monetaria (por ejemplo Helping People) que dan un puntaje cuando un participante da un producto o servicio y este puntaje se puede canjear por otros productos y servicios.





Teniendo estos factores en cuenta los gobiernos deben evitar ser capturados por los intereses empresariales y deben aplicar impuesto por ejemplo del 10%, como han propuesto profesionales que no fueron escuchados en la actualidad.

Este tipo de desarrollo, además del aporte de puestos de trabajo, de un sistema de trabajo apreciado por los que desean ser independientes, son tremendamente más competitivos en muchos rubros con respecto a la empresa tradicional y aportan una serie de beneficios como los siguientes:
·    El ahorro. La mayoría de productos o servicios que se ofrecen a través de este sistema tiene precios módicos o, incluso, simbólicos.
·  Desarrollo sostenible. La economía colaborativa estimula el segundo uso de los productos. Lo que alguien ya no necesita, puede tener un nuevo destinatario en alguna red de contactos. Se aboga por un consumo más moderado.
·    Gestión de recursos. Otro principio de la economía colaborativa es que si a algo sirve para una persona, lo más probable es que a otra persona también. ¿Por qué no compartirlo muchas veces aprovechando los tiempos o espacios ociosos de bienes existentes como los autos y las casas?
·    Mayor oferta. Los productos con un segundo uso y los servicios compartidos amplían la oferta de los mercados tradicionales. Sin la economía colaborativa, es posible que éstos nunca vieran la luz.
·  Beneficio medioambiental. La reutilización y los servicios compartidos son una buena manera de contribuir al cuidado y la sostenibilidad de los entornos.
·  Sustituir empleo tradicional. Algunos pensaron que los paradigmas del nuevo siglo serían más que costosos… que el empleo se esfumaría para siempre. Subestimaron la capacidad del hombre para edificar nuevas relaciones productivas. Los detractores siguen sin darse cuenta que el futuro del empleo, de hecho, ya está aquí. Se llama “economía colaborativa” (sharing economy en inglés). Pero lo más importante –y es aquí donde puede que finalmente se resuelva la escasez de empleo– es que uno podrá proveer bienes y servicios sin depender de un empleador. Por un lado, es la atomización de los monopolios y oligopolios; por otro, la diversificación de la ocupación humana.
· Desintermediación. Carlos Blanco, un conocido emprendedor español, cree que esta forma diferente de consumir es “una consecuencia de la digitalización, pero también una réplica frente a los abusos en los precios, el mal servicio y la pésima regulación”.
·  Mejora equidad y eficiencia. Para algunos, el consumo colaborativo es una respuesta a la inequidad y la ineficiencia del mundo. Lo cuentan los números.
· Vuelta a valores que permitieron el desarrollo de nuestra especie como colaboración y altruismo.  La economía de las comunidades basadas en la confianza entre las personas, colaboración y propiedad compartida.

El columnista del New York Times, Thomas Friedman, considera que la economía colaborativa «crea nuevas formas de emprender y también un nuevo concepto de la propiedad».

Descentralización de Chile


En el año 2012, a nivel del PP, se analizaron los 20 temas más importantes para el desarrollo multivariable y considerando las propuestas de las 70 comisiones del Proyecto País de esa época, se eligió a la descentralización como el más importante, por lo que desde el año 2013 participantes en proyecto país han seguido trabajando para generar condiciones y conocimientos para este tipo de desarrollo, a través de las siguientes acciones: 
1.-Creación de la Fundación para el Desarrollo Descentralizado ChileConTodo,
2.-Generación del índice de competitividad de ciudades en 27 ciudades,
3.-Aplicación de la encuesta de I+D+i en 27 ciudades en conjunto con CNID,
4.-Desarrollo de piloto de desarrollo descentralizado en Arica y Parinacota,
5.-Difusión de contenidos en cursos de diversas universidades,
6.-Estudio de las nuevas tendencias para el desarrollo de ciudades a nivel internacional,
7.-Apoyo a iniciativas descentralizadoras como “Crecer Juntos” liderada por uno de los Presidentes de Comisión del Proyecto País Ronald Bown 
8.-Organización el año 2013 en conjunto con Conaredes, el apoyo del Congreso  y más de 50 organizaciones públicas y privadas, del evento que permitió proponer a los precandidatos presidenciales la creación de la Comisión de Estado para la descentralización y la elección de Gobernadores Regionales elegidos democráticamente que se concreta el año 2020. Adicionalmente, esta Comisión de Estado fue presidida por el Presidente de la Comisión de Desarrollo Territorial del Proyecto País, cuyas propuestas se incluyen en el presente informe.

Esta alta prioridad para la descentralización se definió considerando los siguientes motivos:

Ya se conocía desde el 2005 que las tasas de crecimiento del PIB bajarían a niveles de 2% por estancamiento de las exportaciones, cuyas tasas de crecimiento bajaron ese año a niveles inferiores a las tasas de crecimiento del PIB. También se había constatado la poca disposición al desarrollo de políticas de desarrollo deliberadas, propuestas por la Comisión Macroeconómica Presidida por Erik Haindl, a nivel de los gobiernos centrales por motivos ideológicos de los ministros del área económica, que lograban anular a los que hacían esfuerzos en este sentido. En este contexto, la única salida para evitar el freno al crecimiento era radicar las políticas de desarrollo productivo a nivel territorial donde, paradójicamente, en general, todos estaban de acuerdo que el desarrollo de actividades productivas no podía estar ausente de los planes de desarrollo territoriales.  Hay abundante crítica internacional respecto de la aversión en el caso chileno a contar con políticas de este tipo que todos los países tienen, incluyendo Estados Unidos, Alemania y Francia. Precisamente expertos de esos países nos daban su opinión respecto de que esta fobia ideológica era un grave error (por ejemplo, Ricardo Hausmann y Cesar Hidalgo), que finalmente terminó enterrando las tasas de crecimiento del país debido al estancamiento de las exportaciones.

Lograr mayor participación de los ciudadanos a nivel territorial en la definición de su propio futuro y de su comunidad, dándoles acceso a esta tarea trascendente para darle propósito como ciudadanos, como proponen la Comisión de Condiciones Básicas para el Desarrollo y de Características Psicológicas.  Se contaba con la convicción que las comunidades ya no aceptarían seguir siendo meros espectadores de un lejano y cerrado gobierno central en plena época de las redes sociales. Sin descentralización no existiría satisfacción ciudadana.

Por otra parte, esta participación es vital para asegurar que los gobiernos de turno, incluso si son elegidos localmente den continuidad a los proyectos de desarrollo y se evite el borrón y cuenta nueva, no sólo cuando cambien los gobiernos, sino que cuando cambian los intendentes con una frecuencia de aproximadamente 2 años. La continuidad de los planes regionales debe radicar en sus ciudadanos organizados y con capacidad técnica, como se logró en el piloto de desarrollo descentralizado de AricaConTodo, en que las autoridades desde el año 2013 han considerado las propuestas basadas en 34 comisiones con 225 expertos por representar el interés ciudadano y dar respaldo y legitimidad a su implementación.

Lograr las condiciones propuestas por la Comisión de Condiciones Sociales para el Desarrollo, presidida por Jorge Marshall, de “contar con Proyecto Común a nivel territorial, gobernabilidad y confianza interpersonal”. Los proyectos comunes se hacen a escala humana y geográfica y el proyecto país es bueno sólo si corresponde a la suma de buenos proyectos locales. Estos proyectos comunes aumentan la gobernabilidad gracias a la cohesión y colaboración que facilitan.

Estaba tan mal el nivel de confianza interpersonal de 13% medido por OCDE, que ya no era posible mejorar la confianza con proyectos macro y lejanos de las personas. Era más factible lograrla a nivel de escala humana con conversaciones cara a cara y accountabilty de los propios vecinos sobre los diferentes responsables de su propia comunidad.

Es decir, recogiendo aportes de las comisiones teníamos respaldos contundentes y objetivos, cualitativos y cuantitativos que indicaban que sin descentralización no tendríamos satisfacción ciudadana, proyectos comunes, gobernabilidad, confianza, diversificación de exportaciones y crecimiento económico y quedaremos atrapados en la trampa de los ingresos medios que han impedido al 90% de los países superar el nivel per cápita que tiene Chile.  Lamentablemente, la explosión social interpretamos que nos dio la razón en todos estos aspectos. Por esto “la descentralización es un proceso clave para la competitividad y el desarrollo multivariable de Chile”.

Volviendo al presente, en nuestro país no se consideran a los vecinos y comunidades, todo se resuelve en forma centralizada participando el gobierno, legisladores, empresarios y trabajadores, pero sin presencia directa de representantes directos de la comunidad. Hoy esto está obsoleto porque existen los mecanismos para aumentar la participación ciudadana directa y también para que esta libremente determine sus representantes en diferentes materias. A modo de ejemplo, se debe aplicar con mayor frecuencia consultas como la que está organizando la Asociación de Municipalidades respecto de cambios en la constitución.

Como se dijo antes, se requiere contar con Comunidades Territoriales Organizadas y Autónomas, cuyos miembros permanecen y entienden mejor el interés de su comunidad, a diferencia de los directivos públicos y privados que rotan y hacen continuamente “borrón y cuenta nueva”. Mientras no cambie nuestra institucionalidad la continuidad de las políticas de estado debe radicar en estas organizaciones ciudadanas.

Es necesario que Chile recupere el involucramiento ciudadano en resolver sus propios problemas y administrar sus planes de desarrollo, como era al inicio del Estado en que Chile contaba con 50 Cabildos.

Hoy, en el mundo miembros de las comunidades definen y administran sus planes de desarrollo. El Desarrollo Descentralizado está ampliamente legitimado y corresponde de mejor manera a la cultura originaria en el caso chileno.

Teniendo en cuenta el malestar ciudadano que produjo el estallido social de octubre de 2019, se debe dar la mayor importancia a dar facultades a autoridades locales para que atiendan en forma personalizada las necesidades de sus comunidades, porque cuando no tienen instrumentos es un motivo para llegar a acumular el tipo de malestar que produce el colapso completo, como indica el Alcalde de Puente Alto, Germán Codina, a nombre de la Asociación Chilena de Municipalidades.

¿Transformación institucional o cultural?

La transformación institucional, aunque parezca una paradoja no es legalista y de cambios de normas y presupuestos, basta ver los aumentos de presupuestos en transporte, salud, educación y otros frentes para darnos cuenta que los resultados muchas veces incluso son negativos con enormes costos para el país. Incluso es momento de hacer un presupuesto base cero para priorizar nuevamente los gastos especialmente los que no se traducen en mejoras tangibles para los ciudadanos. Sin que los usuarios sean empoderados para hacerse escuchar y constructivos, los cambios institucionales y de recursos no producirán mejoras porque faltaría cultura de orientación a los usuarios. La mayoría de los aumentos de presupuestos han sido consumidos dentro del mismo estado en gastos fijos, aumentos de dotación, mejores condiciones de trabajo y sueldos, pero no han mejorado en una adecuada proporción la calidad y satisfacción percibida por los usuarios. Es prioritario el cambio de cultura de orientación al cliente y meritocracia para lo cual hay que cambiar los sistemas de gestión de los servicios públicos. Estos sistemas no pueden seguir capturados por sus jefaturas y funcionarios que pretenden que nadie los evalúe y buscan más bien mejores condiciones personales.

A modo de ejemplo, este cambio es fundamental para incentivar el paso desde organizaciones focalizadas en cumplir mínimos de indicadores de procesos, a organizaciones incentivadas a un mejoramiento continuo de satisfacción de clientes, focalizadas en la satisfacción de los usuarios. Esto se debe a la práctica de aplicar multas por no cumplir con atributos mandatorios lo que lleva a cumplir con un mínimo para no tener multas pero sin incentivos a mejorar sobre este mínimo. A modo de ejemplo, en estos modelos de gestión se pueden distinguir tres tipos de atributos:

AM-Atributos mandatarios que tienen que ver con políticas irrenunciables en seguridad, impacto ambiental, equidad y otros. (ejemplo: entrega de raciones incluyendo alimentos en mal estado),

AE-Atributos exigidos que deben cumplir con rangos de desempeño definidos (ejemplo: No cumplimiento de gramajes acordados de porcionamiento),

AVA-Atributos de valor agregado que son deseables de incentivar (no pueden ser objeto de total despreocupación. No sería aceptable no cumplir metas en más de un 70% de estos atributos. (Ejemplos: tiempos de espera en fila del casino, percepción de amabilidad en atención del casino).

Para resolver esto e incentivar la calidad de servicio y la orientación al cliente se deben considerar:

1-Aplicación de multas al no cumplimiento de atributos mandatorios y exigidos.

2-Considerar incentivos para promover mejoras constantes en los atributos de Valor Agregado, que son fundamentales para la satisfacción de los usuarios y que generalmente no son considerados en la compensación de los participantes en el servicio.

Especial ponderación deben tener los atributos de valor agregado con retroalimentación desde el cliente, porque son los únicos que generan orientación al cliente al darle voz, por ejemplo a través de encuestas. Este tipo de compensaciones variables que permiten la cultura de orientación al cliente han presentado gran oposición en el sistema público, pero se ha demostrado que son factibles de aplicar, incluso en licitaciones como es el caso de las primeras licitaciones de servicios no médicos de hospitales públicos.

Esto es válido para empresas privadas, especialmente cuando pueden aprovechar regulaciones que las protegen y disminuyen la competencia como puede ocurrir en salud, bancos que han disminuido gravemente la competencia a cerca de la mitad de oferentes con continuas fusiones que han afectado gravemente la calidad de servicios a los usuarios, compañías de seguro, AFP y otros.


Los chilenos son muy legalistas y tienden a pensar que los cambios se producen por decretos ley, cuando en realidad se producen cuando hay cambios en las dinámicas de los actores del sistema, y se cuenta con sistemas de medición e incentivos correctos. Existe un slogan a nivel mundial que dice “lo que mides es lo que tienes”, que indica que las personas se preocupan de lo que se mide y si no se mide la satisfacción de los usuarios simplemente las personas darán prioridad a otras cosas y no se tendrá satisfacción de usuarios y cultura de orientación al cliente, incluso aunque se multipliquen muchas veces los presupuestos como se ha constatado en el caso chileno.

¿Estado garantizador de derechos o estado equitativo?

Como se analizó en materia de valores y cultura, en la filosofía Mapuche lo que primaba era el concepto de reciprocidad, en todo orden de cosas, incluyendo la naturaleza. Esto lleva a que nada era gratis ni regalado (no existen palabras para pedir, rogar y gracias o de sin costo en el Mapudungun).

A modo de ejemplo, como ha quedado demostrado, un Estado puede pasar también por problemas como el actual estallido social, cambios en los mercados internacionales, guerras comerciales, desastres naturales, eventualmente cambios climáticos severos como los anunciados y guerras, por lo que no es responsable asegurar cosas a todo evento, salvo equidad, que implica que sean muchos o pocos los recursos todos tendrán derecho a una parte en función de las necesidades de la comunidad o sus valores.

Por ejemplo, ¿quién tiene prioridad ética, los jubilados que están sin cubrir sus necesidades mínimas, enfermos terminales, estudiantes de prebásica cuya educación los condiciona para toda su vida o estudiantes de educación superior?. En cada momento, el mandato popular debe determinar las prioridades, evitando ser capturado por los que más posibilidades de pedir y presionar tienen.

Otro ejemplo es una crisis ambiental como muchos creen que ocurrirá alrededor del 2040, la prioridad puede ser la sobrevivencia y la alimentación, también la seguridad si esto origina guerras y otros enfrentamientos internos.  Sin duda que las prioridades pueden cambiar en el tiempo, incluso en nuestro horizonte al 2040.

En estas condiciones, es un grave error generar compromisos y expectativas que en algunos escenarios no se podrán cumplir.

Pero más grave aún es la total falta de juicio y sabiduría que significa formalizar el concepto que por el sólo hecho de existir, independientemente de otras prioridades o desastres comunes en nuestro país, incluso sin méritos o deberes, enseñemos a las personas que tienen derechos garantizados a todo evento a pesar de eventos de fuerza mayor.

Los gobiernos y padres que le enseñan a sus hijos que en la vida tienen derechos sin deberes o méritos, cualquiera sea el escenario, les están haciendo daño.

A pesar que nada era gratis en la cultura mapuche y de que existía la meritocracia, era una sociedad del bienestar porque los bienes eran comunes y existía la solidaridad.

Nos parece que la peor alternativa desde el punto de vista valórico y también practico es el concepto de derechos garantizados y que son superiores los valores de equidad y solidaridad, incluyendo que los méritos sí deben ser considerados para asignar los recursos que siempre con escasos.

Sin perjuicio de esto, si pensamos que hay necesidades o derechos humanos mínimos a cautelar como el derecho a la vida y la libertad. Estamos a favor de mecanismos que permitan equidad en materias claves como salud y educación, pero no en tranzar los valores que son necesarios para una comunidad virtuosa incluso en escenarios de desgracia. Los efectos prácticos pueden ser similares a una estrategia garantista de derechos, pero no serán similares desde el punto de vista de los valores.

Escuchando lo que dijo el gran biólogo y filósofo Humberto Maturana en medio del estallido social, tenemos:

“No me gusta la noción de los derechos, prefiero compromisos de convivencia, porque implica dos partes ……   el derecho me permite ir a exigirle al otro satisfacer mi derecho pero no me dice nada como tengo que conducirme yo, pero con compromisos de convivencia estamos ambos comprometidos a comportarnos de cierta manera según los principios de convivencia que hemos determinado como el respeto, la dignidad u otros.”

“Las personas deben hacer lo que hacen con responsabilidad cívica, tienen que darse cuenta de que el estado o sistema civil los hace posible… cuando era joven todo lo hacía posible el Estado…como estudie con beca quería volver a Chile para devolver al país lo recibido…. ahora no tenemos una educación que nos haga conscientes que es el país lo que nos hace posible..”

“El joven destruye porque carece de la historia que lo hace consciente que la comunidad lo hace posible, nadie vive en al vacío, incluso el mendigo depende de los que le dan monedas. Pero si no está consciente de eso, no se hago cargo que vive gracias a la comunidad que le hace posible vivir ahí”.




Institucionalidad para los pueblos originarios

De acuerdo a los antecedentes entregados, el rol futuro de los pueblos originarios es esencial y deben ser valorizados para que su aporte de sabiduría ilumine a los chilenos en esta difícil etapa futura, en que volver a las culturas originarias nos permite ser sostenibles como recomiendan los científicos, siendo necesario su aporte para salir de los valores y conductas no sostenibles prevalecientes en el mundo.

En este contexto, ahora es necesario para nosotros lograr una relación de mutuo beneficio con los pueblos originarios, pero debe quedar establecido que este tipo de relación siempre debería haber sido nuestro objetivo y debemos reconocer nuestro error histórico en los abusos cometidos.

Algo de esta magnitud implica reestudiar y reescribir nuestra historia pero tenemos mucho que ganar porque tenemos grandes tesoros que rescatar y muchas vergüenzas que debemos reconocer para poder superarlas y no repetirlas. Sin duda nuestra proyección futura dependerá principalmente de nuestro punto de partida valórico. El tiempo y que los afectados muchos ya hayan desaparecido, no es argumento para olvidar estas situaciones porque se debe sublimar nuestra alma colectiva.

Para esto es necesario volver al origen como recomienda el Papa Francisco, cuando dice ”La sabiduría de los pueblos originarios puede ser un gran aporte. De ellos podemos aprender que no hay verdadero desarrollo en un pueblo que dé la espalda a la tierra y a todo y a todos los que la rodean. Chile tiene en sus raíces una sabiduría capaz de ayudar a trascender la concepción meramente consumista de la existencia para adquirir una actitud sapiencial frente al futuro”.

En este contexto, debemos ser capaces de escuchar y no de imponer. Escuchando por ejemplo las propuestas de Alfredo Seguel, Integrante de la agrupación Konapewman de Temuco, pide entre otras cosas, discutir el reconocer y garantizar los Derechos Colectivos, Económicos, Sociales y Culturales de los Pueblos, logrando que este reconocimiento sea el resultado de un proceso de diálogo y entendimiento con organizaciones y comunidades representantes de los Pueblos originarios, lo que se detalla más adelante.

Esto es de mutuo interés, porque este reconocimiento apunta a respetar y reconocer los méritos y derechos, para poder incorporar la cultura y sabiduría Mapuche y de otros pueblos originarios, como el elemento más diferenciador de la identidad multicultural de Chile, como lo es en el caso de Nueva Zelanda la identidad Maori.

Estas propuestas deberían ser factibles, sin perder la característica de estado unitario, ya que, a pesar de ser un estado multicultural e incluso plurinacional, necesitamos unir fuerzas para poder lograr un futuro de interés común.


Gracias a la cultura Mapuche de reciprocidad, deberíamos lograr la paz social, la colaboración en esfuerzos conjuntos y un gran aporte de valores y conductas muy beneficiosos para esta nueva etapa.

Mejorar la capacidad del Estado para erradicar la delincuencia, narcotráfico y violencia


Por años el Estado ha sido pasivo ante el crecimiento de la delincuencia, incluyendo el poder legislativo, judicial y ejecutivo, y gracias a esta irresponsabilidad la delincuencia logró un predominio total y es capaz de vandalizar el país entero sin ningún contrapeso, como ha quedado demostrado en el reciente estallido social que se ha transformado en un estallido delictual. Es más, los perjuicios a la imagen del país, al empleo, a la inversión, el alza del dólar y otros, se deben exclusivamente a la violencia y no a las manifestaciones pacíficas.

Se debe diferenciar el fenómeno de demandas sociales del vandalismo, aplicando las medidas de represión y castigo que sean necesarias para terminar con la delincuencia. Existen casos de éxito como el de la ciudad de New York que deben ser aprovechados. 

Se deben considerar mayores dotaciones policiales, tecnología y otros, además de penas no sólo disuasivas, sino que saquen de circulación a los delincuentes. No es posible como ocurre ahora la puerta giratoria, que los libera de un día para otro para volver a delinquir en repetidas ocasiones, incluyendo a los jóvenes que pueden tener otro tipo de reclusión. Puede ser caro para la sociedad pero la seguridad no tiene precio y es un derecho humano.

Es preocupante que nuestra clase política y el poder legal no hagan su trabajo hasta que generan explosiones. Fue necesaria la explosión social para que se genere la agenda social. También parece que fue necesaria la explosión delictual para tomarse en serio lo que todos sabíamos que estaba sembrándose hace muchos años con la puerta giratoria.

Es en todo caso es una esperanza la declaración de importantes miembros del partido socialista que dice: "minorías que, al amparo de estas justas causas, se han dedicado a la destrucción, al vandalismo y al pillaje". "Coexisten lumpen y sectores marginados, bandas criminales ligadas al narcotráfico, y grupos extremistas y antisistémicos, altamente ideologizados y organizados", tesis que sustentan en los numerosos edificios públicos y privados que han sido "blanco de la furia irracional y de un fanatismo ideológico que ataca directamente y busca arrasar con el estado de derecho democrático, la única y poderosa protección de las personas e instituciones frente al despotismo, la barbarie o la tiranía".

Ello, acotan, en medio del odio e intolerancia hacia quien piensan distinto. Ante ello, llaman a que la izquierda democrática emprenda una batalla ideológica, cultural y política contra esta amenaza.

Esta declaración indica que hay una masa crítica política para endurecer las penas y tomar medidas correctivas tendientes a una solución. A modo de ejemplo, los jóvenes drogadictos violentos después de un examen que confirme su adicción deberían ser sacados de la calle y enviados a un tratamiento para dejar las drogas.